“Las becas de estudio erasmus han hecho más por el desarrollo de la lucha de clases en Europa que las políticas de la extrema izquierda”, Negri dixit. De aquí algunos activistas deducen que es deseable y pertinente ensayar formas de cooperación europeas, formas de intercambio entre okupas del tipo “Erasmus para/con los movimientos sociales”. ¿Es este el nuevo sujeto político revolucionario que buscamos?
Iván Maté / publicado en Rebelión (27/09/08)
Propongo para empezar un paralelismo, se trata de dos citas extraídas de textos que están circulando últimamente por los medios. La primera sería de Toni Negri aparecida originariamente en el último número de Diagonal. Aparece en un artículo que lleva por título “Europa: espacio de lucha” y dice así: "No resultará extraño tener que reconocer que las becas de estudio Erasmus han hecho más por el desarrollo de la lucha de clases en Europa que las políticas de la extrema izquierda." La segunda cita la extraigo de un lugar recóndito, por lo menos para mí, del instituto europeo “ for Progressive Cultural Policies” en Linz, Austria. Ahí Pablo Carmona, Tomás Herreros, Raúl Sánchez Cedillo, Nicolás Sguiglia tan cercanos a los movimientos sociales madrileños firman un artículo que lleva por título "Centros sociales: monstruos y máquinas políticas para una nueva generación de instituciones de movimiento" y del que extraigo esta otra cita: "Hipótesis 3. (…) Nos parece que en la agenda de movimiento es deseable y pertinente la organización de una conferencia específica para el ensayo de formas de cooperación europeas entre estos centros sociales, con circuitos de autoformación transnacional, programaciones culturales compartidas y, por qué no, formas sedimentadas de intercambio bajo la tipología “Erasmus para/con los movimientos sociales”.” Estas dos citas no se excluyen, sino que por el contrario pretenden coordinar una estrategia en el tiempo por venir. Una vez leído esto imaginemos la única lectura del Manifiesto comunista que se extrae de aquí: “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del becario Erasmus.” Pero basta de bromas. Hasta aquí podíamos llegar.
Todo esto va en serio, el renegado Negri está lanzando la consigna entre la aristocracia obrera de integrarse en las instituciones del proyecto europeo. Dice no haber renunciado a la perspectiva revolucionaria, y tanto su teorización de la impotencia como su mitología alimentan corrientes reformistas de izquierda en el movimiento antiglobalización. En este sentido acusa a quienes como el ‘Nuevo Partido Anticapitalista’ de Besancenot y la ‘Linke’ alemana, a las minorías comunistas y trotskistas europeas que no estén con él, repito les acusa de estar contra él. Incluso se atreve a decir que en esa oposición a la Europa del capital se alinean con el gobierno de los Estados Unidos. Empero quien sí que coincide de manera pragmática con el anticomunismo ya sea gringo o europeo, es el mismo que coincide con líderes de la socialdemocracia francesa en mítines pidiendo el Sí al Tratado Constitucional firmado por Giscard, además de coincidir en la misma tarima con el eurodiputado “Dani el rojo” ahora reciclado en verde. Esta debe ser la composición de la multitud que lucha contra el Imperio. Pero habrá que darle la razón como a los locos y decirle que sí Negri, que Sarkozy representa a Europa y es un enemigo declarado de los Estados Unidos. Por eso la web de la Red Voltaire no ha sido censurada y cerrada este verano. Recuerdo aún como muy digno el cattivo maestro a su paso por Madrid en 2003 nos hizo la lección de historia y nos terminó diciendo que él le tiene todo que agradecer a Europa pues la liberación del fascismo italiano vino de Europa (¡!). ¿Y los partigiani en todo esto? Nada. A saber, desde muy joven Negri militó en Acción Católica, luego en el PSI, y sólo más tarde en la Autonomía Obrera. En definitiva que nunca se alineó con comunistas. Y que nos va a contar a unos desmemoriados íberos que mientras la aviación italiana bombardeaba v.g. Barcelona con bombas fabricadas por los yankees Europa miraba a otro lado; como nos cerraba Europa la frontera durante la retirada para luego instalarnos en campos de concentración; igual que cuando terminó la segunda guerra mundial Europa aceptó la continuidad del régimen durante otros cuarenta años más encerrando a cualquier resistente; y sólo cuando estaba todo atado y bien atado se nos presentó Europa como la única opción. Ese es el continente de la democracia absoluta del que habla Negri. Pero a la derrota electoral francesa no le siguió sino el mal genio de Negri siempre en forma de desprecio e insulto, “¡El voto francés es un desastre, (…) es impresionante , este punto de vista tan reaccionario, y arcaico!” y es que no hemos entendido nada en este galimatías. Por eso no estaría de más que nos explicase cómo negoció de forma unilateral su vuelta del exilio dorado que conoció en París. Con quién pacto su redención sino fue con Prodi presidente de la comisión europea, en el momento que gobernaba en Italia la coalición del Olivo. ¿Es esto cooperación contra mando?
Sin embargo, esto tiene eco en nuestra cotidianeidad más inmediata. Ante el vacío ideológico madrileño se importa discurso sistémico a las periferias. Tal y como intenta la socialdemocracia con Habermas, así lo efectúan los postmodernos con Negri. Este último encarna un híbrido que recoge su experiencia en la derrota italiana de los setenta y lo une a su manera con deleuzes y foucaults. Luego claro no entendemos nada, pues nada tiene que ver con nuestro aquí y nuestro ahora. Se abre un frente en la lucha del día a día que conlleva unas consecuencias con lo que, por ejemplo, si he entendido bien en la lucha por la casa en Madrid se pretende auspiciar una especie de agencia de turismo revolucionario respaldada por la Unión. Y para ello nos dicen algo así como que “debemos hacer un consenso para meterlo dentro de un marco ¡qué monada!”: La Polla. Estos son los mismos que reinventan la jornada de lucha del primero de mayo convirtiéndola en la festividad de San Precario, claro que dentro del marco europeo del euro mayday. Los mismos que destiñen el rojo y negro en acuarela rosa, y que con esos tonos pastel nos empalagan hablando de cognitariado (¿?), de general intellect (¿?), etc. elevándose así por las alturas de la abstracción. No teníamos bastante con los sindicatos que ya no se financian a través de las cuotas de sus afiliados, sino a través de los cursos de formación de la unión europea. Repito no teníamos suficiente que ahora aparecen estos pretendiendo experimentar sus circuitos de autoformación transnacional desde Laboratorios ocupados. El rechazo al trabajo asalariado se ha convertido en experimentar vivir de los subsidios europeos, en justificar una salida profesional, en clásico oportunismo. Y su espacio es aquel al que no acceden los sindicatos. A las anchoeras que no encuentran trabajo porque no tienen buen nivel de inglés, les van a seguir las becas para ocupar en Estrasburgo o Bruselas. Pues cachondeo, ¡que tiemble Durao Barroso pues de aquí saldrá la Mónica Lewinsky, una becaria tipo que haga estremecerse al sistema!