jueves, 21 de enero de 2010

Entre otras cosas, ¿qué pasa con la izquierda radical?


Pepe Gutiérrez-Álvarez / Kaosenlared

Para mí personalmente, esta ha sido una semana bastante dolorosa, amén de agitada. Dolorosa sobre todo por el nuevo desastre anunciado para el pueblo de Haití, uno de los Auschwitz del imperialismo norteamericano. Un motivo más para creer que hasta los radicales somos demasiados moderaos delante de las cosas que ocurren.
Además, acababa de enterarme del fallecimiento de uno de los amigos el aragoneses de la Fundación Andreu Nin, Manuel Benito, autor de una obra de campo de edición reciente, Orwell en las tierras de Aragón, con el que había tenido ocasión de debatir amistosamente en los Encuentros que la FAN organizó el año pasado en tierras de Huesca en una fraternal y hermosa colaboración con los compañeros republicanos de la zona, y me enteraba justo después de haber sido solicitado para presentar su libro el próximo 23-F en el Centro Aragonés de Barcelona, junto con Miquel Berga i Bagés…Inmediatamente después por e-mail me anunciaban el fallecimiento de Daniel Bensaïd, un espejo en el que nos hemos mirado muchos y muchos, sobe todo los que tuvimos en los mayos del 8 nuestra revolució. Uno se ha acostumbrado a asimilar sus penas y angustias lentamente, y no tengo la menor duda que este hecho nos quedará a muchos hasta el final. Se nos moría alguien muy cercano, y con mucha luz.

Pero ya se ha dicho: el mejor homenaje es el de la acción, había que seguir con las tareas, y parte de ellas me venían dadas en la capital del Estado donde el jueves 14 había quedado en presentar en Asociación de vecinos Valle Inclán de Prosperidad, En nombre del padre y del hijo. El cine y la Biblia (Libros de la Frontera, Barcelona), gracias a la complicidad de Antonio Cruz, animador de DESPAGE y colega de IZAN y con la colaboración en verdad privilegiada del amigo Ángel García Pintado. La vedad es que el lugar fue todo un descubrimiento, y no tanto por la masividad (moderada), sino por la pasión y el interés mostrado por un grupo de asociados que venían e mil batallas, y que tenían la suya que decir sobre la cuestión a tratar y sobre muchas otras muchas como lo pudo ser el papel de ángel en la mítica revista “Hermano Lobo” (¡cuánta historia, cuánta risa sana¡), la misma que tantas veces conseguía que nuestras reuniones se atrasaran porque alguien se presentaba con un número y el “cachondeo” nos invadía. Paramos la discusión en el Vale Inclán porque era la hoja de cerrar. A la hora obligada y alegre del “copeo”, me contaron que justo al lado bullía un ateneo libertario desde donde parecían considerarlos como “carrozas”. Sí esto es cierto, están bastante equivocados.
El viernes me llevó a Traficantes de Sueños, un lugar en el que ya había tomado parte en dos actos intensos masivos, y en el que se presentaba otro libro del firmante, Un ramo de rosas rojas y una foto. Variaciones sobre el proceso del POUM (Ed. Laertes, Barcelona), lo que se hizo después de proyectar el documental "Wilebaldo Solano, doblemente olvidados" no en vano el libro estaba dedicado a Wilebaldo. Presentaba un muchacho de la FAN, Carlos Huerga y comenzó Jaime Pastor q2ue no pudo evitar la emotividad al evocar la muerte de Bensaïd al que conocimos en aquellos años en los que tantas cosas nos parecían posibles. Jaime explico el contenido del libro e hizo notar tanto su alcance como posibles deficiencias. A mi me tocó situar estas posibles deficiencias (entre ellos un índice onomástico aunque pienso que cada personaje está “retratado” en las páginas del libro), y el porqué al tratar de toda aquella historia que se había querido olvidar, lo estaba haciendo pensando en las nuevas generaciones. Quizás porque creo que el socialismo del siglo XXI surgirá superando los trágicos errores del “socialismo real” del siglo pasado y en “nombre” del cual se perpetraron crímenes como los que acompañaron la desaparición de Nin y la tentativa de trasladar los “procesos de Moscú” a la España republicana.
El sábado nos congregamos mañana y tarde una parte de los componentes de la redacción de la revista Viento Sur, la misma que Daniel Bensaïd contribuyó a sacar adelante desde su concepción inicial. Aparte de las discusiones propias de balance y perspectiva, o sea como mejorar su funcionamiento y como desarrolla nuevos criterios para que la revista aumente en lo posible su (ya alto) nivel cultural, tuvimos una discusión sobre el contenido del número 106 cuyo Plural (“dossier”) trataba de ETA (1959-2009), editado por Petxo Ydoyaga, con trabajos del propio Petxo (Anotaciones históricas), Floren Aoíz (ETA, historia de un precipitante), Mario Subiaga (El ethos de ETA), y de Ramón Zallo (ETA tras el “alto el fuego permanente). El número había tenido una considerable repercusión en Euzkadi, y espero que lo tenga en otras nacionalidades. Su lectura, así como algunas intervenciones de la jornada suponían una contribución a una nueva apuesta por un debate imprescindible, al parecer con mejores augurios que otras que nos dejaron hundidos con un nuevo atentado. Hasta el momento, mi impresión sobre la situación de la izquierda podía definirse como deseadora. Estaba poco menos que convencido de que los poderes del Estado estaban esperando ver como el cadáver del “enemigo” acabaría pasando por su puerta ante la indiferencia cuando no la rabia y la hostilidad de la inmensa mayoría de la gente de a pie. Sin embargo, hay indicios de que se abre una nueva situación, eso sí, siempre que ETA abandone una opción totalmente destructiva para los propios ideales que proclama.
Al llegar a casa he podido abrir el ordenador, repasar algunos temas de interés como los ya mencionados, y repasar el artículo Trotsky y la revolución firmado por A. Giménez, y en el que se debate fraternalmente con M. Navarrete (cuyo trabajo he visto colgado en la Web de L´Espai Marx) y con este viajero. Insisto en que este tipo de discusiones son necesarias or más que en el apartado de “Comentarios” sobren esos ejemplos de indigencia mental y moral a los que no hay que acostumbrarse. Espero que algún se pueda contar con un medio que impida el acceso a los indeseables.
Francamente, creo que los reclamos al marxismo por más creativo que sea no resulten suficientes. Discursos tan ricos como el de Daniel Bensaïd se apoyaban en la idea de la insuficiencia de los análisis en un tiempo en el que las respuestas, aunque más necesarias que nunca, estaban muy por detrás de lo necesario, más atrás que nunca, subrayo. Los movimientos existen aquí y allá, pero invertebrados, fracciones, desconcertados. La prueba salta a la vista: la izquierda mayoritaria juega en el campo del enemigo, y la iniciativa, incluida la de la calle, la lleva la derecha. Los sindicatos mayoritarios forman parte del mismo engranaje, si acaso resisten en el terreno de los intereses de la “antigua” clase obrera. En los noventa se perdió la izquierda sindical, y todavía sigue extraviada…
A las consecuencias de la derrota sin paliativo del franquismo exterminados (los kurdos dicen que al que le ha mordido una serpiente tiembla cuando ve moverse una cuerda), hay que añadirle laderota de la Transición, la misma que relego el antifranquismo a la franja testimonial del escenario político. Sobre este suelo encharcado cayó el desastre igualmente sin paliativos de la implosión del “socialismo real” sin un ápice de gloria. El socialismo quedó afectado de muerte por el cáncer estaliniano, y ahora apenas si hemos comenzado a levantar cabeza, a cambiar de escenario sobre un subsuelo de varias generaciones perdidas, y sobre unos primeros escalones sobre los que todos estos desastres se manifiestan a través de un atraso político-cultural desolador. De hecho, esta es la clave para comprender que entre los cometarios aparecidos acompañando estos artículos, el trigo sea tan poco al lado de tanta paja. Ha quedado muy poca cosa de tantos naufragios, y por lo tanto, la recomposición va a ser muy ardua, y para ello se tendrá que avanzar mucho tanto en el orden práctico como en el teórico.
Delante de este panorama, los criterios clásicos de la dirección política requieren una puesta al día. Primero porque la experiencia última de los partidos comunistas grandes y pequeños (con sus verticalismo burocrático, sus líderes indiscutidos, su miserias teórica cuando no moral), han dejado un pavimento de rechazo, de un profundo rechazo hacia lo político y la política que no es solamente contra la profesional…Ocurre también que4 hasta los mejores ejemplos necesitan ser analizados y en muchos casos cuestionados. De hecho, se da por cierta unas normas teóricas que necesitarían ser cotejadas por los hechos, así, el marasmo creativo de Lenin se dio sobre todo cuando éste consideró que las masas estaban muy or delante del partido, y cando retomó la dialéctica del maestro que es también alumno. Por otro lado, venidos de una sobredosis de experiencias autoritarias y burocráticas, y por lo mismo, se impone doblar el bastón hacia las normas más asamblearias y participativas.
Claro que existen contradicciones insalvables, al menos de momento. No hay más que mirar hacia los diferentes campos: anarquistas, “trotskistas”, consejistas, independentistas (entre estos es más habitual de lo deseado considerar cualquier desavenencia crítica como una muestra de “españolismo”), etcétera, etcétera. Los abismos parecen enormes, sobre todo porque se desarrollan sin el tronco común de un movimiento social activo y robusto como el que puso al franquismo contra la pared, y también por lo dicho, venimos de muchas derrotas, y además, hacemos diferentes lecturas de todas ellas…Y…Bueno, lo dejo aquí porque seguro que estas líneas traerán su cola y habrán más motivos parta seguir.
Pero antes me gustaría decir que aprecio esfuerzos como el de A. Giménez por debatir limpiamente. Incluso, actualmente hasta algo así no parece se tan fácil.

No hay comentarios: